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#1 |
Marciano
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Soy un adicto a los videojuegos
He encontrado esto en un blog, me ha parecido muy interesante.
Soy un adicto a los videojuegos Hace 3 años junte unas letras (influenciado por el cabreo que me entró tras ver en Telemadrid el tratamiento de una noticia al respecto de los jovenes y su "videojuegoadicción") destinadas a una lista de correo a la que tengo el honor de pertenecer. A algunos de los colisteros les gustaron y fueron publicadas en sitios tan respetables como Baquia pasando a considerarse (las palabras) como un artículo. Olvidé el artículo y por una extraña carambola ha vuelto a mi. Ahora que tengo mi sitio en la red me lo voy a publicar porque yolovalgo y así tenerlo siempre a mano para recordarme que "sólo soy un mortal más". Soy un adicto a los videojuegos Mi enfermedad apareció a la temprana edad de 14 años cuando llegué a tener una copia en casete que contenía en la cara A "Match Point" y en la cara B "Tornado Low level" y ni siquiera tenía todavía un ZX Spectrum. Mis amigos, aquellos que jugaban compulsivamente al Risk y al Monopoli, me miraban con caras de desprecio y mascullaban para sí que yo era un bicho raro y que prefería quedarme embobado mirando el televisor mientras ellos jugaban por conquistar los Urales a golpe de dado. Creo que uno de ellos acabó en la cárcel y no por sacar un cinco precisamente. Es cierto que me aislaba un poco pero no por los videojuegos si no por que tenia una propensión especial a leer "libros sin fotos" de autores con nombres raros como Salinger o Cortázar. Incluso murmuraban cuando les contaba los inventos que había mandado a un concurso de Muy Interesante donde recogían inventos extraños de los lectores. Crecí al mismo tiempo que los procesadores, mis huesos y mis hormonas parecían sufrir el Síndrome de Moore y si, seguía jugando. Aprendía a leer mapas pulsando la tecla "M" y mis sinapsis se combinaban de la misma forma que un combo, pero a pesar de seguir siendo un apestado por no jugar al fútbol o ser incapaz de lanzar un tazo en condiciones se pegaban por mí en los campamentos de verano. Era el único que no se perdía en el monte ya que mi sentido de la orientación se había reforzado gracias a un juego con nombre de castillo alemán. Para entonces Salinger se había convertido en Kundera; pero daba igual el aislamiento era si cabe mayor, seguía suspendiendo en el colegio y recibiendo patadas en el patio. La pantalla monocromo de un ordenador se pegaba de hostias todos los días con un 386 que hacia lo posible por sobrevivir en el mundo de "Larry Leisure", donde la conjugación de verbos y el pensamiento lateral te hacían avanzar. Gracias a ese juego aprendí más reglas sobre sexo seguro que de quien debía recibirlas. El manejo de un ordenador me abrió las puertas de otro mundo: el laboral. Conseguí organizar la contabilidad de una oficina de mensajería a los 17 años y no me resulto más difícil que navegar por la perspectiva caballera de "Alíen 8". Era capaz de hackear el "Strip-poker" y ver tetas en ASCII con una pareja de cincos, pero cuando mencionaba los videojuegos los ojos se volvían blancos e inmediatamente las conversaciones llegaban a puntos muertos y silencios embarazosos. Ahora tengo 32 años y la mitad de mi valor accionarial como freelance nace de la capacidad de extraer rendimiento económico de escenarios de marketing aparentemente yermos, y no me va nada mal. La otra mitad se nutre de mi capacidad para visualizar mentalmente situaciones que otros o yo mismo escribimos en un papel en forma de scripts y de valorarlas en términos de producción audiovisual. Dungeons & Dragons me ayudo más que la Escuela de Nuevas Profesiones o un training en una empresa de publicidad. Lamentablemente he tenido que esconder mi personalidad de montaraz destripa Orcos bajo un halo de hombre renacentista que ni me gusta ni define, pero que sigue sin poder dejar asomar el matiz de que un montón de ceros y unos en código máquina me han formado más, en muchos aspectos, que cuatro instituciones académicas. Ahora tengo 32 años y sí, asumo sin complejos que mi nivel de curiosidad por las cosas sigue intacto y en buen funcionamiento gracias a que Pyro Studios sigue retándome a superar sus 'yinkanas' bélicas. Que Command & Conquer pone a prueba mi capacidad de previsión logística. Que Quake III mantiene mis reflejos calientes y hace que supere los test psicomotrices viales de tráfico en primera posición. Tengo 32 años y estoy pensando en extender mi línea genética y no me tiembla el pulso al pensar que un vástago mío se vicie con los videojuegos al igual que yo. Sin embargo, me da pánico que se pueda repetir un patrón de ausencia paternal crónica y falta de orientación educacional adecuada. Me repugna ver gente que no ha abierto un correo electrónico en su vida opinar sobre la epidemia de la GameBoy y no contemplar que esas dos horas diarias de consumo electrónico se restan del consumo televisivo. De que si sus hijos no se comunican en casa es por culpa de Nintendo y no de que no se les habla en códigos que entiendan. Aunque no sé de qué me quejo: vivo en un país en estado de shock por dos goles anulados. En una sociedad donde una contractura de pierna es motivo de alarma social, donde un montón de fibras musculares merecen tipografías más grandes que 17 niños palestinos muertos colateralmente. Si, soy un adicto a los videojuegos y espero tener 70 años siéndolo (y encontrarme con mis hijos todos los días en un servidor neozelandés) toda la vida. http://garajekubrick.blogspot.com/ |
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#2 |
Reencarnación de Priapo!!
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Amén!!!
Yo me identifico muchísimo....y sí...mi hija juega a los videojuegos....a los que quiera ella...y aquí estoy yo para asesorarla, no para prejuzgarla...o decirle..."para cuando seas mayor, jugarás" En fin......que me ha llegado!!! |
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#3 |
Editor Marciano
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amen!!!
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#4 |
Marciano
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¿Solo Amen?
¡¡¡ALELUYA HERMANO!!! |
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#5 |
Editor Marciano
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Amén
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#6 |
Usuario registrado
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Pues si
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#7 | |
Marciano
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pues amí me gusta el furbo, que pasa...
yo me meo, ahora al que le guste el futbol no va a poder gustarle los videojuegos? desde luego que se escucha cada cosa... Quote:
A cada uno que le guste lo que quiera, ya empiezo a estar un poco asta los ****** de que los males de esta sociedad es por culpa del futbol, vamos hombre... yo desde luego que prefieriría que mi hijo estubiese jugando al futbol haciendo deporte con 21 amigos mas (futbol, surf, vamos algún deporte), a que esté solo to flipao delante de una consola cojiendo sobrepeso . (si hace las dos cosas pues mejor para el) Que pasa que ahora los videojuegos va a ser lo mas importante de ente mundo? que te dan la grandisima sabiduría y con ellos lo aprendes todo? si claro... Ojo esto lo dice un flipao de los videojuegos y que nunca a jugado al futbol... Conclusión, que cada uno haga lo que le guste, tanto corage me dá el que critica los videojuegos, como el que le hecha la culpa de todo al futbol. |
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#8 |
Marciano
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emilio este año cumplo los 32 años y somos muchos los que pensamos yo soy igual.
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#9 |
Editor Marciano
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las reflexiones del pavo molan hombre.... de hecho emilio danos la dirección del blog...
los que ya somos padres intentaremos "educar" a nuestros hijos como mejor podamos, pero bueno... yo creo que la cable es no perder la juventud, la inquietud por las cosas, sea el futbol o la realidad virtual... está claro que de una manera u otra somos afortunados por haber vivido la evolución tecnológica desde finales de los 70... sigamos viviendo esa evolución si podemos con nuestros hijos, y lo que es muuuucho mas dificil, con nuestros padres... los videojuegos no son la panacea y si el chaval del blog ha sobrevivido en la vida ha sido por él mismo... no por los videojuegos.... lo que todos tenemos claro es que la televisión es una mierda ![]() |
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#10 | ||
Usuario registrado
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